Una vez más pensaba que esta expresión era española, pero no hay nada como documentarse un poco, para saber que no somos el epicentro del mundo, pese a ser hasta la fecha los campeones mundiales de fútbol, título que nos arrebatarán próximamente.

Esta expresión procede del inglés y en su versión original era: “la preocupación mató al gato”. Y es que preocuparse por todo y tratar de entenderlo todo es agotador, y a veces innecesario. Por ejemplo:
  • ¿Por qué cuando chispea, la gente forma unos atascos de miedo?
  • ¿Por qué me ha sido infiel si no había un motivo?
  • ¿Por qué el agua del mar es salada?
  • ¿Por qué no te gusta esa persona que sabes que te querría hasta morir?
  • ¿Por qué has mentido sin pensarlo? cuando de normal tú no haces eso
  • ¿Por qué las mujeres somos más frioleras que los hombres?
  • ¿Por qué los españoles, italianos y franceses no somos buenos en lenguas?
Pues yo me lo he preguntado alguna vez, porque soy curiosa, pero no he tratado de entenderlo todo, porque entonces pasaría de un estado de curiosidad a uno de locura transitoria.

Creo que en algunas ocasiones, se puede vivir más feliz sin entender el motivo de las cosas y disfrutando de ellas si son positivas, o pasando de ellas, si son negativas. Ya sé que suena fácil decirlo, y que hacerlo es otro mundo, pero es otro mundo que yo he decidido explorar dejando de lado a la razón y a la preocupación, para llevarme al corazón y a la satisfacción.